Capítulo 4

Galilea está en la oficina, en su zona de trabajo, manipulando una pequeña maqueta de un túnel que parece esquivar un edificio, está hecha con palillos mordisqueados.
Entra Michael en el despacho. Parece un tipo simpático, moreno y guapo, de unos 40 y tantos.

Michael
¿Galilea, tienes un minuto? Acabo de hablar con la Comisión de Género.
(Se sienta)

Galilea
Dime.

Michael
Por fin han revisado el expediente del edificio Wagner.

Galilea
Por favor, dame buenas noticias.

Michael
Dicen que sienten mucho haber retrasado tres meses la obra, pero han podido determinar que la arquitecta del Wagner era machista.

Galilea
Una polla.
(Reacciona rápido al taco que acaba de soltar y cohibida, se excusa)
Perdón.

Michael
Como lo oyes.

Galilea aplasta la maqueta de palillos que esquivaban el edificio.

Galilea
(Está exultante, quiere abrazar al tipo, pero se corta al final)
Jooder, Michael, (mordiéndose el labio triunfal) tú sí que sabes hacer feliz a una mujer.

Michael
(Serio, mirada rápida a Stan y los otros) Por favor, Galilea, no me incomodes con tus comentarios.

Galilea
(Más seria) Ehm, perdona, perdona, te juro no volver a incomodarte. Ha sido la emoción.

Michael
¿Te veo allí mañana entonces?

Galilea
Eso será si no nos vemos esta noche. 
(Silencio incómodo, se vuelve a mirar a los demás)
 En la obra, digo, de la emoción de… querer comenzarla esta noche.

Michael
(Yéndose y señalándola)
Mañana.

Galilea
Noel, ¡llama a Explosivos! Stan, llama a Traficantes que comiencen a acordonar la zona.

Plano cenital de un típico mapa de obra azul grande que Galilea despliega a duras penas sobre su mesa, empieza a dibujar sobre él.

El plano se acerca a los dibujos, que se transforman ligeramente y salimos abriendo con el mismo dibujo ya en la obra y Galilea acaba un par de líneas y se dirige a observar la obra.

Hay un par de obreros con un cuaderno revisando una carga puesta en un bloque de hormigón. Hay cables por el suelo. Hay una mujer policía joven, muy guapa y en forma (Carla) desalojando a un indigente y su carrito en la segunda planta.

Galilea parece atenta a todo y le grita a un obrero que iba a pisar unos cables.

Al sacar Carla al indigente vemos que otros dos policías vuelven a poner una cinta de “No Pasar” hecha con plástico. Pone «No Pasar» en 15 idiomas distintos, tan pequeño que no se lee bien.

Está puesta rodenado muchas zonas del edificio. Carla mete al indigente esposado en la parte de atrás de un coche de policía que conduce un tipo más mayor, serio y con gafas de madero (John Mcraw).

Volvemos a ver a Galilea observando la obra, un obrero con casco amarillo le trae un informe, lo lee, y dice por Walkie-Talkie.

Galilea
Todo el mundo fuera.

Galilea se acerca a un obrero que tiene las manos en un detonador de dinamita de los antiguos. Galilea inspira un segundo.

Galilea
(Mirando al obrero)
¿Muerte al machismo?

Obrero1
(Afirmando con la cabeza, y con un palillo en la boca)
Muerte al machismo 
(Y acciona el detonador)

El edificio explota con rabia enviando polvo a todos lados. 

Se asienta el polvo, se relajan las cosas, y Galilea se adentra en entre las ruinas de hormigón y vigas para comprobar la demolición. Tantea con la mano ciertos escombros generados para ver su estabilidad. Se da la vuelta y grita.

Galilea
¡Bulldozer!

En ese momento Galilea se da la vuelta y ve en el suelo un pequeño cascote con un pen-drive saliendo hacia fuera.

Galilea lo mira curiosa y se acerca para verlo en detalle… En el enganche del pendrive sobresaliente se lee a duras penas:
“(1968-1988) 音乐” 

Galilea, interesada, se agacha, acaricia el cascote con la mano e intenta sacar el pendrive, pero parece pegado.

Al no poder sacarlo, se levanta y se queda mirando el cascote extrañada. Es una mezcla de estar cohibida y curiosa a la vez. Mira hacia los lados, se agacha, coge el trozo de cascote y se lo mete como puede en uno de los bolsillos del chaleco esperando que no la haya visto nadie.