Capítulo 20

El Archivo es un edificio parecido a Una biblioteca Moderna, está semi acristalado por fuera, y tiene una forma cilíndrica al que se accede después de subir dos largos tramos de Escaleras.

Vemos entrar a Galilea en el Archivo, como si fuera la escena que estaba contando antes. Y se dirige con decisión al mostrador. Galilea se acerca a los tornos, acerca su DNI a algún tipo de lector, pero vemos que este está apagado. Al volverlo a pasar dos veces sigue sin funcionar. Galilea se acerca a la recepcionista que levanta ligeramente su mirada del móvil.

Galilea
Disculpe, no funciona el lector.

Recepcionista
(Con desgana) Ah sí… creo que se está reiniciando el sistema, no se puede pasar hasta que acabe. Puede esperar ahí, serán 10 minutos.

Galilea piensa “empezamos mal” y se dirige hacia unos sillones de espera.

Mientras está sentada vemos como, de repente, entra Becario y otea el horizonte. Vuelve a salir y posteriormente La Inquisidora aparece en escena. Esto genera una tensión enorme.  

Al intentar entrar, vemos como la recepcionista les comenta que los tornos no funcionan. Becario hace gestos como señalando a la inquisidora diciendo: ¿no sabes quién es ella o qué coño, cómo que no nos deja entrar? 

La recepcionista, un poco asustada, pone cara de póker, porque el sistema no le abrirá la puerta para entrar. Parece decirles que si quieren pueden saltar los tornos, pero que no van a girar hasta que se reinicie el sistema.

La Inquisidora, tranquiliza a becario, y se dirige a los bancos de espera, y se sientan al lado de Galilea. En concreto, la inquisidora va y se sienta en el asiento pegado a Galilea.

Inquisidora
(a Becario)
 ¿Ve a traerme un café, quieres?

La inquisidora no parece demasiado descontenta, pero Galilea está visiblemente incómoda, ella sabe perfectamente quién es la Inquisidora.

La inquisidora saca el móvil y lo mira tranquilamente. Galilea no tiene móvil y mira al frente intentando respirar hondo. La tensión es grande, aunque la inquisidora no se da demasiada cuenta.

De repente, entran dos tipos con pinta de pijos borrachos en el Archivo y se dirigen hacia la puerta de entrada a la sala. El más borracho, lo hemos podido ver de pasada en la comisaría de Mcraw. Él se dirige hacia los tornos, este no se abre, le pega una ostia al torno y se empieza a poner ligeramente violento. Galilea no escucha bien lo que pasa por lo nerviosa que está, pero el tipo está gritando, mientras el otro como que pasa del tema.

Galilea presta atención al tipo, mientras la inquisidora sigue a lo suyo.

Violento Man 1
¡Me quiere dejar entrar POR FAVOR!

Lo dice mientras pone su placa de policía dando un golpe en el mostrador. Después de eso alarga el brazo para agarrar y zarandear del cuello a la recepcionista. La recepcionista está sumisa y cuando la agarra del cuello de la camisa no se resiste.

En ese momento Galilea como que reacciona y ve lo que está pasando, se levanta de su sitio y grita

Galilea
¡Ey!

Desconcertado, el tipo suelta a la recepcionista y se gira hacia Galilea. El grito ha perturbado a la Inquisidora que la mira de reojo molesta, pero vuelve a lo suyo

Galilea
¿¡Pero no ve que no se puede entrar!?

El que se ha girado, entre cabreado y excitado, mira a Galilea despacio, la mira de arriba a abajo.

Violento man 1
Señorita, me ha parecido que ha querido usted ofender… 
(En ese momento le enseña a Galilea la placa de policía de su mano. Pausa Dramática)
…A un agente público…

Galilea
(reculando inmediatamente)
Ehm no, perdone, no era mi intención.

Violento Man 1
Pues a mí me lo ha parecido. Me ha parecido que ha tratado de ofenderme con su grito sabe, ¿Sabe que les pasa a las personas que ofenden a un agente?

Galilea
Oiga, no, de verdad, que únicamente le he dicho que…

Violento-man 1 alarga la mano y le acaricia el pelo a Galilea rozandole el cuello

Violento Man 1
¿Sabes qué te puede ocurrir en un calabozo esta noche?

Galilea, no se mueve, y se asusta un poco

Galilea
Oiga, no le he ofendido, lo ha escuchado todo el mundo.

El otro compañero se está acercando por detrás porque huele lío

Violento Man 1
¡Pues claro que lo ha escuchado todo el mundo! (y empieza a señalar a las peronas en la sala) dos agentes públicos… dos chicas que han ofendido intencionadamente a un agente y una vieja.

Y en este último, señala a la inquisidora, que todavía no ha levantado siquiera la mirada, tiene el pelo un poco hacia delante, lo que hace que la cara no se le vea del todo

Inquisidora
¿Una vieja?

La inquisidora en ese momento levanta la mirada y se la reconoce. Según la ven, los dos policías, se quedan blancos y paralizados

Inquisidora
Una vieja …. 
Es curioso ¿verdad agentes?, seguro que no esperabais que hoy, una simple vieja les hiciese replantearos todos vuestros actos.

Violento man 2
(El que va menos borracho)
Ehm lo sentimos, perdónele, de verdad que n…

Inquisidora
Ay el perdón el perdón… ¿Sabéis que eso es un invento moderno?

En esto, llega becario con su café y se lo entrega en la mano, la inquisidora bebe un sorbo y continua su discurso.

Inquisidora
¿Perdonarías tú a alguien que violase a tu hija?

Violento Man 1
…Ehm…

Inquisidora
(cortante) Antes… la sociedad primitiva lo hacía… ¿Te lo puedes imaginar? …Violaban a tu hija y perdonaban al violador al cabo de un tiempo…
Afortunadamente para todos, esto ya no pasa.

Violento Man 1
Sí …

Inquisidora
No has respondido a la pregunta.

Violento Man 1
Ehm…

Inquisidora
¿Perdonaría usted a un violador?

Violento Man 2
¡Por supuesto que no camarada! No… no lo haríamos jamás

Inquisidora
(Divertida) Hmm me gusta ese espíritu…
Entonces … (cambia el tono por completo)
¿No pretenderás que yo os perdone por haberme llamado vieja a la cara, verdad?

Los policías se quedan mudos.

Inquisidora
Acompañad a mi becario por favor, os enseñará cómo os podéis colocar los grilletes vosotros mismos. (y bebe otro sorbo de su café)

Los polis se miran, y se ven perdidos, resignados. Becario les hace un gesto con la mano de … después de ustedes. Los polis se ponen a caminar… seguidos por becario que antes de salir dice

Becario
Termino enseguida

Inquisidora vuelve al móvil sin inmutarse demasiado y Galilea se vuelve a sentar. Hay un par de segundos de silencio mientras Galilea medita que decir, está impactada

Galilea
Ehmm.. Gracias por…

Inquisidora
Oh querida… no hay por qué darlas.
Es mi misión extirpar la corrupción de esta sociedad antes de que pueda extenderse.

Galilea
Bueno, gracias igualmente; a esa gente hay que pararles los pies.

Inquisidora
Hmm, sabe, me ha recordado usted a cuando yo era joven, impulsiva, que quería cambiar la sociedad a base de gritos, como los que les ha pegado a esos pobres idiotas… 
Pero después de un tiempo querida, una se da cuenta que, para crear una sociedad mejor, una sociedad más justa y más segura, no hacen falta gritos. Lo que hace falta es el silencio … 
El silencio de los que molestaban… 
…y ya no están. ¿Lo escucha?  Eso es lo que realmente hace falta. 

Tardé en darme cuenta, por supuesto, y ¿sabe lo peor?

Galilea

Inquisidora
Que ahora los gritos me resultan bastante molestos …

La Inquisidora Se queda mirando fijamente a Galilea. Como si realmente la Inquisidora supiese ya lo que está tramando Galilea

.

.

.

Inquisidora
Pero bueno… hoy está siendo un buen día y me siento de buen humor.

Parece que lo dice por divertirse, que aunque podría, no la va a pillar aún, quiere esperar un poco. En esto, que la recepcionista hace un gesto a la inquisidora de que ya funciona el lector de los tornos

Inquisidora
Tenga usted un buen día camarada…

Galilea
Galilea.

Inquisidora
Camarada Galilea.

La inquisidora se levanta, va hacia los tornos que en este momento giran a su paso

En ese momento Galilea resopla y descarga toda la tensión que ha acumulado en ese momento